Como hemos comentado anteriormente un correcto aprendizaje de la morfosintaxis es vital para el adecuado desarrollo del niño, pues le permitirá comprender el significado oral y escrito del lenguaje.
Como ya sabemos en el desarrollo psicológico del niño pueden distinguirse tres ámbitos: el desarrollo cognitivo, emocional y social, los cuales están interrelacionados y no pueden plantearse por separado. Lo que pretendemos explicar con esto es que un déficit en el ámbito cognitivo, como puede ser una alteración en el lenguaje a nivel morfosintáctico, puede derivar en problemas no solo en el desarrollo cognitivo sino también en el social y emocional, pues es probable que un niño que no se comunique correctamente sea rechazado por el grupo de iguales o interactúen menos con él, provocando problemas de autoestima y aislamiento que le afecten tanto en lo social como en lo emocional. (Hernández. 2013).
Las principales dificultades respecto al ámbito morfosintáctico que se dan en la infancia pueden reflejarse en un lenguaje telegráfico, alteraciones en las estructuras de las frases, dificultad o distorsión a la hora de emplear artículos, pocas preposiciones...
Debemos saber que en base a sus características y factores que lo provocan son clasificadas como retrasos o trastornos del lenguaje (TDL).
Consecuencias de una mala, pobre o nula estimulación:
Una estimulación pobre o inexistente puede generar un retraso en el lenguaje pero no significa que todos los casos de retrasos en el lenguaje se deban a esto, ya que también intervienen otros factores. Ante un caso de retraso del lenguaje si el niño responde bien a la estimulación el problema no debe persistir más allá de los 7-8 años sin dejar secuelas en la adultez, mientras que el trastorno puede indicarnos que existe algún deterioro o disfunción específica en el desarrollo del lenguaje. El pequeño, acorde a sus capacidades, desarrollará algunas habilidades del lenguaje y otras no, o las desarrollará de forma diferente de lo usual.
Beneficios de una correcta estimulación:
La estimulación temprana no solo permitirá crear una correcta conciencia morfosintáctica en el niño, sino que servirá para facilitar su desarrollo global. Es importante saber que a estas edades los niños poseen una mayor plasticidad cerebral, por lo que es más fácil solventar las dificultades, y de alguna manera reestructurar sus conocimientos del lenguaje, lo que evitará problemas en aquellos ámbitos de su desarrollo psicológico que puedan verse afectados.
Debemos recordar que durante toda la etapa infantil los pequeños se encuentran en un aprendizaje constante, donde absorben los conocimientos como si fuesen esponjas, por ello, es nuestro deber aprovechar esa oportunidad al máximo para crear una base de conocimiento sólida, facilitándoles de esta manera la construcción y asimilación de futuros aprendizajes.
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